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Condena de 45 años de cárcel para alias «Otoniel» en Estados Unidos
Otoniel escaló las filas de varios grupos armados en Colombia hasta convertirse en el mayor barón de la cocaína de este siglo. Probablemente pase el resto de su vida tras las rejas dado que tiene 51 años.

La justicia de Estados Unidos condenó este martes al capo de la droga colombiano Dairo Antonio Úsuga David, alias «Otoniel», a 45 años de cárcel por cada uno de los tres cargos de tráfico de drogas de los que se había declarado culpable, aunque los cumplirá simultáneamente.
La jueza Dora Irizarry, del Tribunal del Distrito Este de Nueva York, impuso la pena que había pedido la fiscalía alegando de que este es «sin duda uno de los casos más graves en términos de actividad de narcotráfico» que ha instruido la corte y rechazó las disculpas que pidió el condenado, que hizo un alegato a favor del fin del conflicto armado y una paz negociada. «Dudo que si no lo hubieran detenido, hubiera puesto fin a lo que hacía», dijo.
Otoniel escaló las filas de varios grupos armados en Colombia hasta convertirse en el mayor barón de la cocaína de este siglo. Probablemente pase el resto de su vida tras las rejas dado que tiene 51 años.
A finales de 2021, cuando fue capturado en las selvas del noroeste de Colombia en un operativo en el que participaron 500 militares y policías respaldados por agencias de Estados Unidos y el Reino Unido, el entonces presidente de Colombia, Iván Duque, lo comparó con Pablo Escobar.
En una corte de Nueva York, adonde llegó extraditado en mayo de 2022, reconoció haber enviado a Estados Unidos 96.800 kilos de cocaína.
En enero aceptó los cargos de empresa criminal continuada, conspirar para manufacturar y distribuir cocaína, así como de conspiración marítima para tráfico de drogas. Su condena ocurre en momentos en que el negocio de la cocaína atraviesa una inédita crisis en Colombia por la sobreproducción y el cambio en los hábitos de consumo en Estados Unidos.
El que fuera líder del grupo paramilitar Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), también conocido como Clan del Golfo, esperaba que su admisión de culpabilidad le evitara un largo y costoso juicio. Y tal vez, un fallo más clemente de la jueza Dora Irizarry.
De origen campesino y señalado de abusar sexualmente de niñas, pasó de guerrillero de izquierda a paramilitar de extrema derecha, antes de consolidarse como capo de la cocaína.
Durante su reclusión, el robusto narcotraficante se quejó por las duras condiciones de aislamiento que le impedían hablar con su familia o recibir correspondencia.
En vísperas de su extradición, aseguró ante un tribunal que altos mandos militares estuvieron implicados en el tráfico de droga y salpicó a políticos que se favorecieron del control territorial que tenía. En represalia por su entrega, sus hombres desataron una ola de ataques en la que murió una treintena de policías.
Negocio familiar
Nacido el 15 de septiembre de 1971 en el municipio de Necoclí (noroeste), pasó a encabezar el Clan del Golfo tras la muerte de su hermano Juan de Dios, caído en enfrentamientos con la policía en 2012.
Junto a él había montado un aparato criminal con presencia en casi 300 de los 1.102 municipios del país, principalmente en su región natal, cercana a la frontera con Panamá, pero también al Pacífico y al Caribe, un lugar estratégico para la salida de cargamentos de droga, según el centro de estudios Indepaz.
En el «trabajo militar, se cometieron homicidios», reconoció ante una corte de Brooklyn. Su grupo, también conocido como Los Urabeños y Clan Úsuga, «dio seguridad a laboratorios y narcotraficantes y cobraba impuestos» por la cocaína.
«La AGC cobraba tarifa fija por cada kilo que se manufacturaba o transportaba por las áreas que controlaba el grupo», detalló. Su hermana, Nini Johana Úsuga, alias «La Negra», fue extraditada en julio de 2022 a Florida (Estados Unidos) para responder también por narcotráfico.
«No era revolucionario»
Otoniel, séptimo de los nueve hijos de Ana Celsa David y Juan de Dios Úsuga, una pareja que dice ganarse la vida con la venta de marranos, gallinas y ganado en el departamento de Antioquia (noroeste), se unió a los 18 años al Ejército de Liberación Popular (EPL), una guerrilla de izquierda desmovilizada en 1991.
«No era revolucionario, era lo que había y se fue con ellos», aseguró su madre en una entrevista al periódico El Tiempo en 2015.
Tras la disolución del EPL se unió a las a las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), una organización paramilitar de extrema derecha creada para combatir a las guerrillas y con nexos con el narcotráfico que se sometió a la justicia en 2006. Una vez más Otoniel siguió en la ilegalidad.
En Colombia sus víctimas solicitaron la «suspensión» de la extradición, alegando su derecho a conocer la verdad. Antes de salir del país dijo al tribunal que investiga los peores crímenes del conflicto que los excomandantes del ejército Mario Montoya (2006-2008) y Leonardo Barrero (2013-2014) fueron sus cómplices.
También compareció ante una entidad no judicial llamada Comisión de la Verdad, que denunció el robo de estas grabaciones en febrero del año pasado.
Sin haber designado aún a un sucesor, sus herederos de las AGC buscan acogerse a la política de «Paz Total», con la que el presidente Gustavo Petro plantea un sometimiento a cambio de beneficios penales para las bandas narco.
Pero las conversaciones se estancaron y en marzo el grupo fue excluido de una tregua bilateral planteada por el gobierno a las principales organizaciones armadas.
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Los ministros del gabinete de Gustavo Petro siguen renunciando
En sus cartas de renuncia se específica que se trata de una dimisión de orden protocolario, es decir que, aunque ponen su cargo a disposición, no se van tajantemente del Gobierno.

Horas después de que el presidente Gustavo Petro le pidió la renuncia protocolaria a su gabinete, pasada casi una semana de su accidentado Consejo de Ministros, este lunes se han ido conociendo a cuentagotas las cartas en las que sus más cercanos colaboradores dimiten del Gobierno. Sin embargo, hay una diferencia evidente ente quienes renuncian de manera simbólica y quienes lo hacen de manera irrevocable.
En el primer grupo, resaltando que se trata de una “renuncia protocolaria”, aparecen los ministros de Educación, Daniel Rojas; la canciller Laura Sarabia, o la directora de la Unidad para las Víctimas, Lilia Solano. En sus cartas de renuncia se específica que se trata de una dimisión de orden protocolario, es decir que, aunque ponen su cargo a disposición, no se van tajantemente del Gobierno.
“Quedo a su disposición, mi compromiso con el proyecto de país que usted representa sigue en pie”, dijo, por ejemplo, Solano. “No hay mayor privilegio ni honor que servir a los y las colombianas”, sostuvo por su parte Sarabia. “Seguiré trabajando y acompañándolo en este propósito desde el lugar y momento que usted disponga”, precisó Rojas.
Sin embargo, hay otros que sí renunciaron de forma irrevocable, lo que implica que su partida del Ejecutivo es definitiva y no está sujeta a discusión. En ese grupo se cuentan los ministros de Ambiente, Susana Muhamad; Trabajo, Gloria Inés Ramírez; Culturas, Juan David Correa, y el saliente director del Dapre (Departamento Administrativo de la Presidencia), Jorge Rojas.
Se trata de funcionarios del primer círculo del presidente Gustavo Petro, quienes decidieron dar un paso al costado rotundo luego de que el mandatario confirmó que el exembajador Armando Benedetti será su jefe de despacho presidencial y, para muchos, será el peaje para acceder al jefe de Estado.
En medio de todo hay un tercer grupo de ministros y altos funcionarios cuyas cartas de renuncia no se conocen y no hay precisión frente a si son irrevocables o no. Allí se cuentan el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo –recién nombrado presidente encargado ante el viaje de Petro en Oriente Medio–; el ministro de Defensa, Iván Velásquez; el ministro de Comercio, Luis Carlos Reyes; el director de Prosperidad Social, Gustavo Bolívar, o el director de Planeación Nacional, Alexander López.
En este grupo podría contarse la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, o el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quienes, si bien renunciaron, no detallaron si su dimisión es irrevocable o protocolaria: “He tomado la decisión de dejar el cargo de ministro del Interior para participar sin limitaciones en el debate público e impulsar por fuera del Gobierno (mis) ideas”, dijo Cristo.
Las salidas materializan una fisura que parece irreconciliable en el corazón del petrismo. Ya son cuatro los funcionarios del primer anillo del presidente que dimiten tras el accidentado Consejo de Ministros.
Fue en ese inédito escenario –televisado y sin filtro alguno–, en el que el jefe de Estado hizo una defensa irrestricta de su ahora jefe de despacho: el controvertido exembajador Armando Benedetti, sin calcular que su proyecto político iba a implosionar y, con ello, comprometer las chances de darle continuidad al “Gobierno del Cambio” más allá de 2026.
A medida que pasan los días, podrían ser más los funcionarios que, aunque leales a Petro, no se tragarán el sapo de compartir con Benedetti y tener que acudir a él para hablar con el primer mandatario. La disyuntiva es evidente: ¿Petro cederá y le dará la espalda a Benedetti con tal de seguir con sus aliados y evitar la desbandada? ¿O arreciará y, sin importar el costo político ni personal, lo mantendrá en el gabinete?
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Vicky Dávila denuncia públicamente amenazas contra su vida
Ante esta situación, la exdirectora de la revista Semana de 51 años, hizo un llamado directo al Gobierno del presidente Gustavo Petro.

La candidata presidencial, Vicky Dávila, denunció públicamente que ha recibido amenazas de muerte. A través de sus redes sociales, aseguró que la advertencia provino de un “oficial de alto rango” y que la información tiene “toda la credibilidad”.
“Necesito compartir con ustedes esto de manera urgente. Uno tiene que ser prudente y mesurado con estos temas sobre amenazas contra la vida. Esta información me la hizo llegar un oficial de alto rango. Es de toda la credibilidad”, reveló Dávila mediante su cuenta de X, acompañado de la captura de pantalla de un chat donde se habla sobre la amenaza.
Según los alarmantes mensajes que recibió, existiría un supuesto “presupuesto” destinado a atentar contra su vida. “Toca que extreme”, “Tiene que ser muy prudente, esta gente es lo peor”, son algunas de las frases que, de acuerdo con la denuncia de Dávila, le hicieron llegar por chat.
Ante esta situación, la exdirectora de la revista Semana de 51 años, hizo un llamado directo al Gobierno del presidente Gustavo Petro.
“Espero que el gobierno Petro y las autoridades presten atención a esta información, que nos den la protección necesaria a mi familia y a mí para que no nos pase nada”, expresó en sus redes sociales.
Dávila, quien anunció su candidatura presidencial en noviembre de 2024, ha intensificado su campaña de cara a las elecciones de 2026. En enero de este año presentó a cuatro asesores económicos que la acompañarán en su aspiración a la Casa de Nariño.
La candidata, que se caracterizó como periodista por su postura crítica contra Petro desde que el mandatario asumió el poder, se quiere proyectar como la “outsider” de la política colombiana.
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Fuerte temblor de 4,9 en la escala de Richter se sintió en San Andrés
El sismo, de magnitud 4.9 en la escala de Richter, se presentó a las 8:37 de la mañana tuvo una profundidad superficial, menor a 30 kilómetros, según informó el Servicio Geológico Colombiano.

Un fuerte temblor se registró en la mañana de este martes en el Mar Caribe colombiano, muy cerca al archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, por lo que el movimiento telúrico se sintió con intensidad en la isla.
El sismo, de magnitud 4.9 en la escala de Richter, se presentó a las 8:37 de la mañana tuvo una profundidad superficial, menor a 30 kilómetros, según informó el Servicio Geológico Colombiano (SGC).
La entidad, así mismo, informó que el temblor se registró a una latitud de 13.20° y longitud de -81.54°.
Usuarios en redes sociales manifestaron que sintieron el sismo de manera extendida y con fuerza, pues su potencia RMS (Root Mean Square-Raíz Cuadrada Media) fue de 1.3 segundos.
Por el momento no se han reportado afectaciones estructurales ni personas lesionadas; sin embargo, desde el SGC recomiendan estar al tanto de los informes publicados en su página web https://sgc.gov.co/ para conocer más detalles sobre los eventos de tierra presentados en el país.
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