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Controversia al Gobierno por intervención de Supersalud a EPS Sánitas
La intervención forzosa administrativa a Sánitas se dio por ausencia de “condiciones de habilitación financiera” e incumplimientos en las reservas técnicas, de acuerdo con la declaración de menos de 4 minutos que dio el superintendente Luis Carlos Leal.
El gobierno del presidente Gustavo Petro intervino a la segunda EPS más grande del país. Los bienes de Sanitas, con casi 6 millones de afiliados entre el régimen contributivo (4,3 millones) y el subsidiado (1.4 millones), ya fueron tomados por la Superintendencia de Salud, que tendrá poder absoluto durante un año, aunque la medida puede ser prorrogable.
Con este movimiento, el Gobierno consolida alrededor de 24 millones de afiliados al sistema de salud que están bajo su control, pues la última toma fue la de la Nueva EPS, en donde, a partir de amenazas vedadas, impuso a Aldo Cadena como presidente de la entidad, expulsando al reconocido técnico José Fernando Cardona, que llevaba 14 años al frente de la EPS.
La intervención forzosa administrativa se dio por ausencia de “condiciones de habilitación financiera” e incumplimientos en las reservas técnicas, de acuerdo con la declaración de menos de 4 minutos que dio el superintendente Luis Carlos Leal junto al ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, cuando ya se había filtrado la noticia.
“La Superintendencia Nacional de Salud ha tomado los bienes, haberes y negocios de la EPS Sanitas. Esta decisión se basa en múltiples razones analizadas al interior del comité de medidas de la Superintendencia (…) La EPS no cumplía con los requerimientos de habilitación financiera, principalmente frente al patrimonio adecuado y a las reservas técnicas de las que tanto se ha hablado. Además, es la EPS que ha liderado un gran número de PQRS que han venido aumentando (…) las deudas que tenía esta EPS con todos los prestadores de servicios de salud venían incrementando, y para diciembre del año pasado cerraron por 2 billones de pesos”, explicó Leal.
A su paso, tomó el micrófono el ministro Jaramillo, para enfatizar que no se dejaría de prestar ningún servicio a los pacientes.
Sanitas es una de las EPS más grandes del sistema de salud y maneja alrededor de 10 billones de pesos debido a su número de afiliados. El sistema le paga unos $1.200.000 anuales por cada persona a la que le presta servicios y eso le hace a su vez tener uno de los presupuestos más altos de las EPS que están vigentes.
La medida correspondería a incongruencias financieras y la falta de garantías de sostenibilidad fiscal en el largo plazo. Hace poco la Superintendencia de Salud abrió una investigación a la aseguradora por problemas en los pagos de medicamentos, luego de una controversia porque la farmacéutica Cruz Verde anunció que no podría dispensarle más medicamentos a los pacientes de la EPS. Sanitas contestó quejándose con el Gobierno por deudas atrasadas especialmente en presupuestos máximos, los dineros que destina el Gobierno a las EPS para enfermedades de alto costo y huérfanas que no están incluidas en el Plan de Beneficios, y por un aumento que, aseguraban, era insuficiente para la Unidad de Pago por Capitación (UPC).
La intervención de Sanitas se venía alertando desde hace meses por varios choques de sus directivos con el Ministerio de Salud, que incluso llamó a ruedas de prensa para enfocarse en las deudas de Sanitas con hospitales y clínicas y exigirle a la EPS la revelación de los estados financieros de manera pública. A su vez la Corte Constitucional terció y le ordenó al Gobierno hacer los pagos correspondientes a las deudas de un plan de saneamiento del Gobierno Duque conocido como punto final. También le pidió a la cartera adecuar los aumentos de presupuestos a la realidad del sistema, pero eso hasta ahora no ha ocurrido y varias otras EPS se quejan de incumplimientos de pagos del Gobierno en presupuestos máximos.
La noticia causó reacciones de todo tipo en el sector y en la política. El congresista Andrés Forero del Centro Democrático dijo desde el Congreso: “Se rumora que el Gobierno pretende intervenir a Sanitas de forma inminente. Tras la asfixia financiera viene el despojo. No aprendieron de lo ocurrido con las EPS intervenidas, que empeoraron indicadores tras la intervención. Claramente los pacientes no son prioridad”.
De otro lado, los exministros del Gobierno también alertaron sobre lo que consideran que podría ser una crisis sin salida para el sistema. “La inminente destrucción del sistema de salud es una tragedia para Colombia. El sistema de salud ha representado el mayor avance social desde 1991. El revanchismo ideológico del gobierno afectará muchas vidas y podría causar muchos muertos”, escribió Alejandro Gaviria.
El exministro Jose Antonio Ocampo publicó en X en la misma línea: “La respuesta al fracaso de la reforma a la salud, que el gobierno fue incapaz de concertar, no es apoderarse del sistema, primero de la Nueva EPS y ahora de Sanitas. El gobierno es incapaz de manejar el sistema. Se necesita un acuerdo con los agentes de las principales EPS para evitar la crisis total del sistema, que sufriremos todos los colombianos”.
Andrés Vecino, médico y experto en salud pública de la Universidad Johns Hopkins, aseveró: “Con la intervención de Sanitas viene la fuga de afiliados sanos que contribuyen solidariamente con su UPC al manejo de los enfermos. Los hospitales empezarán a negar servicios. ¿Quiénes terminan afectados? Los afiliados enfermos que no pueden trasladarse. El gobierno de la vida”.
Haciendo las cuentas más exactas, en intervención se encuentran hasta ahora Savia Salud, con 1.6 millones de afiliados; Emssanar, con 1.7 ; Asmet Salud, con 1.64; Famisanar, con 2,9; y ahora Sanitas, con 5.7 millones. Junto a estos afiliados está la Nueva EPS con 10 millones de afiliados y de esa manera el Gobierno consolida 24 millones de personas sobre las cuáles tendrá el futuro de las atenciones y servicios en salud en sus manos.
¿Quién es el interventor?
Tras el anuncio de la intervención, el Gobierno, a través de la Superintendencia de Salud, designará a un agente interventor que se encargará de asumir el control total de la EPS, hoy manejada por el grupo Keralty basado en Colombia. El agente escogido por el Gobierno es Duven Dicson Vargas .
El funcionario viene de ser el interventor especial del hospital Rosario Pumarejo de López, de Valledupar (Cesar). También se desempeñó como subgerente administrativo de los hospitales de Villavicencio y de San José del Guaviare. Todas son instituciones pequeñas si se comparan con una EPS que atiende a casi 6 millones de afiliados.
La decisión de este martes implica, también, la remoción del representante legal, a su junta directiva y a la junta directiva de esta EPS. El gobierno designó a un agente interventor para evitar que Sanitas caiga en un colapso financiero. El interventor Vargas estará acompañado en este nuevo trabajo de una junta asesora del agente interventor que estará representada por los cinco principales acreedores de la EPS Sanitas.
“Esto nos va a permitir tender una comunicación entre las aseguradoras y los agentes prestadores de la salud con el ánimo de proteger el derecho fundamental a la salud”, añadió Leal sobre la junta que acompañará al interventor. Vargas Rojas, por su parte, tendrá un examen el próximo 14 de abril. Fecha en la que deberá rendir cuentas de su gestión como agente interventor del Hospital Rosario Pumarejo de López.
El propio agente destacó al Diario del Cesar que la recuperación en materia financiera, el reconocimiento de la deuda, estabilidad laboral y mejoramiento de la infraestructura como algunos de los logros de su gestión al frente del Hospital Rosario Pumarejo de López.
Las deudas a Cruz Verde
La historia con Sanitas tiene varios capítulos, pero quizás el más grave y más reciente fue el de una controversia pública porque la farmacéutica Cruz Verde anunció el año pasado que no podría seguir entregando medicamentos a los pacientes de Sanitas. La deuda era de alrededor de 400.000 millones de pesos por pagos que no habían sido desembolsados debido a una acumulación de facturas vencidas. Esta situación le generó una primera gran investigación a Sanitas por parte de la Superintendencia. Pero la controversia no se detuvo ahí. Luego, la EPS culpó al gobierno de retrasar los pagos de presupuestos máximos y el bajo aumento de la UPC que para el año anterior fue el mismo valor de la inflación anual. El gremio de las EPS en general se ha quejado desde hace varios meses de que en los últimos años hubo un aumento no suficiente de ese valor porque los servicios aumentaron en el sector por encima de la inflación.
“Tras más de tres años de negociaciones y de diversas solicitudes planteadas a la EPS Sanitas para generar un pago de la cartera adeudada, a la fecha, no ha sido posible su saneamiento”, fue la aseveración de Cruz Verde por el incumplimiento de la EPS.
“Cada mes las atenciones no PBS genera un gasto de 55.000 millones de pesos y aquí es importante decir que, de esa plata, el Estado –a través de presupuestos máximos– solo nos reconoce 32.000 millones de pesos”, respondió Juan Pablo Rueda Sánchez, presidente de Sanitas.
Los usuarios
Aunque el ministro Jaramillo y el superintendente intentaron ser claros con que el Gobierno se encargará a través del nuevo interventor de continuar prestando los servicios, lo cierto es que la noticia de la intervención generó una gran cantidad de preguntas y cuestionamientos sobre el futuro de las atenciones, especialmente para los pacientes que tienen enfermedades como el cáncer u otros tratamientos de alto costo que necesitan desplazamientos y continuidad para no estropear los procesos de recuperación.
“Los usuarios y los prestadores van a poder tener la garantía de que su funcionamiento va a continuar de una manera adecuada”, añadió el superintendente Leal.
Otros de los que se hacen preguntas son los trabajadores de Sanitas, quienes hace semanas cuando inició la división entre el Gobierno y los directivos de la EPS, llamaron a una protesta frente al planetario en el centro de Bogotá para exigir que la aseguradora continuara sin la intervención del Gobierno para que no hubiera riesgo con los empleos creados en el país.
De fondo hay una gran pregunta y es si esta decisión del Gobierno sigue en la línea de que el presidente realice unos cambios estructurales al sistema sin que el Congreso legisle sobre su idea de que las EPS no sigan siento intermediarias en el sistema. Aún cuando las EPS como Sanitas estén intervenidas por la Superintendencia y eso permita que agentes interventores puedan tomar decisiones sobre activos, bienes y recursos, la ausencia de una ley que modifique el sistema hace que estos cambios no sean estructurales ni para el largo plazo. Un próximo gobierno podría suspender las medidas de la Superintendencia y regresarle el poder a los privados o hacer nuevas licitaciones por los afiliados, tal como sucedió en el caso de Medimás cuando esta última compañía- que también terminó intervenida por el Gobierno anterior- quiso comprar los usuarios de CafeSalud, quienes habían llegado a esa EPS administrada entonces por el Gobierno como consecuencia del escándalo de Saludcoop, en donde se presume que se pudieron haber perdido un billón de pesos.
El caso de Saludcoop es paradójico, porque justamente fue con la intervención del Gobierno que se exacerbaron los casos de corrupción, al punto de que el agente interventor de entonces, Guillermo Grosso, terminó condenado por haber dirigido la contratación de la EPS a empresas cercanas cuando estaba en la cabeza de la EPS.
Y sin reforma, lo cierto es que el Gobierno puede tener alrededor de 24 millones de pacientes a su cargo, como en efecto sucede hoy, y darle más relevancia a la prevención y la medicina en casa, pero esto no cambia la forma en la que se manejan los recursos de la Adres, que seguirán siendo administrados en riesgo y en aseguramiento por parte de las EPS que hagan bien la tarea.
Tampoco es claro que pueda pasar con la Corte Constitucional, que ya le ordenó de manera repetitiva al ministro que pague las deudas de los meses faltantes y cumpla con el acuerdo de punto final. ACEMI, el mayor gremio que agrupa a las EPS del país, insiste en que el Gobierno no ha cumplido con el pago de esos faltantes.
En el Congreso todo parecería indicar que la reforma podría hundirse este miércoles 3 de abril, pues los congresistas de oposición lograron que se citara para abrir la votación en la que se dejarán registrados las intenciones de archivo. A pesar de que el ministro Luis Fernando Velasco propuso consolidar una ponencia que reuniera a todos los sectores desde cero, eso no ocurrió y los nueve senadores que hace dos semanas dijeron que votarían para hundir la reforma de Petro se mantuvieron firmes. Tampoco funcionaron hasta ahora las recusaciones.
Finalmente, la otra pregunta es si el Gobierno seguirá adelante con la propuesta del “proceso constituyente” a pesar de que, de acuerdo con varios analistas, el presidente estaría haciendo los cambios de sus modelos propuestos sin la necesidad de la creación o modificación de las leyes. Petro ha mencionado las barreras en el sistema de salud como una de las razones para convocar al constituyente -ya no habla de una Asamblea Constituyente- pero al mismo tiempo demuestra que el poder del ejecutivo puede hacer cosas importantes, como intervenir EPS con casi seis millones de afiliados, tomar posesión de sus bienes y empezar a administrar recursos por alrededor de 10 billones de pesos con solo una firma. Mientras que Sanitas entrega la administración, las otras EPS ven desde la distancia.
El tamaño de Sanitas
Sanitas es una de las EPS más grandes del sistema de salud y maneja alrededor de 10 billones de pesos debido a su número de afiliados. El sistema le paga alrededor de 1.200.000 anuales por cada persona a la que le presta servicios y eso la hace a su vez tener uno de los presupuestos más altos de las EPS que están vigentes.
Savia Salud con 1.6 millones de afiliados; Emssanar con 1.7 ; Asmet Salud con 1.64; Famisanar con 2,9; y ahora Sanitas con 5.7 millones. Junto a estos afiliados está la Nueva EPS con 10 millones de afiliados y de esa manera el Gobierno consolida alrededor de 24 millones de personas sobre las cuáles tendrá el futuro de las atenciones y servicios en salud en sus manos.
Actualidad
Colombia recuerda las atrocidades de la toma del Palacio de Justicia 40 años después
El debate aún continua cuando personas involucradas en los hechos han sido indultados y absueltos al tiempo que familiares de las víctimas aún recuerdan el dolor de la perdida de sus seres queridos.
A las 11:40 de la mañana de ese miércoles Caracol Radio interrumpe su programación para informar sobre la toma del Palacio de Justicia. En cabina de los estudios radiales de la calle 19 con carrera octava, Yamid Amat conduce la transmisión mientras, desde el Congreso de la República, el periodista Juan Carlos Rincón describe lo que observa y escucha.
Pocos minutos después, Caracol establece comunicación con el abogado Jaime Moreno, quien, desde su oficina, en un edificio vecino al Palacio por el costado norte, relata en directo lo que ocurre en el interior del Palacio de Justicia.
“Se escucha una balacera, veo a los policías, parece son del Banco Cafetero, disparando y hay uno tirado en el piso”
A las 12:00 del mediodía, María Cristina, secretaria atrapada dentro del Palacio, logra comunicarse para contar la dramática situación que viven los rehenes.
“No que es lo que pasa, se escuchan disparos. Estoy en mi oficina en el cuarto piso. Los disparos comenzaron hace unos 15 minutos”
Había que dimensionar la gravedad de los hechos. El periodista Héctor Mario Rodríguez contextualiza la magnitud del hecho contextualiza el número de magistrados que podrían estar retenidos.
“Son mas de 40 magistrados mas los auxiliares y otros funcionarios de la justicia los que podrían estar dentro del Palacio de Justicia”
Poco después, Caracol logra hablar con el magistrado Fernando González, mientras de fondo se escuchan disparos dentro del edificio.
“¿Si escuchan los disparos?”
Las exigencias del M-19
Hacia la 1:00 de la tarde, el periodista Javier Ayala revela los planes y las peticiones del grupo guerrillero M-19, responsables de la acción armada.
“Dicen que están dispuestos a permanecer varios días. Piden la presencia del presidente Belisario Betancur para una especie de juicio publico por la manera como se maneja el proceso de paz. Piden espacio en radio y televisión”
Décadas más tarde, el periodista Herbin Hoyos (1967 – 2021) obtuvo copias de las comunicaciones militares que un radioaficionado grabó durante aquellos días.
“Me dicen que la Cruz Roja no ha llegado, apurar, apurar para acabar con todo…”
¡Qué cese el fuego!
Pasadas las 3:00 de la tarde, el periodista Guillermo Franco Fonseca informa sobre la evacuación de algunos visitantes y funcionarios, en medio de la esperanza de que el enfrentamiento terminara pronto.
Esa ilusión duró poco. Los disparos continuaron y la situación se tornó más crítica.
Luego de las 4:00 de la tarde, Caracol Radio logra comunicación con el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía, quien, en medio de los disparos, ruega:
“Por favor, cesen el fuego para poder dialogar…”.
Minutos después, la periodista Mónica Rodríguez contacta al jefe guerrillero Andrés Almarales, uno de los comandantes del M-19 dentro del Palacio.
Cerca de la carrera Séptima, frente a la Casa Museo 20 de Julio, varios periodistas, entre ellos Guillermo Franco, logran hablar con el magistrado Jaime Paredes, quien había sido evacuado.
La orden de silencio
Al caer la noche del 6 de noviembre, la ministra de Comunicaciones Noemí Sanín ordena a las emisoras y canales de televisión suspender las transmisiones en directo argumentando que era necesario evitar el pánico entre los colombianos. Los medios no tienen mas que transmitir el partido Millonarios vs Unión Magdalena.
Meses después, ante el Congreso, la ministra defendió esa decisión.
“Le pedimos a los medios colaborar y no transmitir detalles de los operativos, porque no sabíamos lo que estaba pasando dentro del Palacio de Justicia…”
Minutos después de las 10:00 de la noche, el coronel del Ejército Alfonso Plazas Vega, comandante de la Escuela de Caballería, aparece desde la puerta de un carro militar blindado y frente a las cámaras y micrófonos explicando las acciones militares. Su frase quedaría marcada en la memoria del país.
“Defendiendo la democracia, maestro. Aquí no van a asustarnos ni atentar contra las ramas del poder público…”
Horas más tarde, se desata un incendio dentro del Palacio de Justicia que se prolonga durante toda la noche. Desde los carros militares blindados, los militares disparan un proyectil de alto calibre contra la fachada del Palacio en la parte superior argumentando que buscaban crear una “chimenea” para que saliera el humo.
7 de noviembre: la madrugada del fuego y el silencio
Al amanecer del jueves 7 de noviembre, el alcalde de Bogotá, Isnardo Ardila, informa en diálogo con Yamid Amat sobre la situación en el Palacio.
Las líneas telefónicas se interrumpen por el fuego, y la Cruz Roja intenta auxiliar a las víctimas entre los escombros.
Hacia las 2:00 de la tarde, el ministro de Justicia Enrique Parejo González entrega un balance preliminar de lo ocurrido. Para entonces, el país entendía que la toma y retoma habían terminado, pero comenzaba una búsqueda que aún no concluye: la búsqueda de justicia.
Después del fuego
Durante el gobierno de Virgilio Barco, los máximos jefes del M-19 fueron indultados, decisión que se ratificó en 1992.
Mientras tanto, los procesos judiciales contra militares y policías continuaron, al igual que las preguntas sin respuesta de decenas de familias que, cuatro décadas después, siguen esperando verdad y justicia.
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Defensoría del Pueblo revela situación crítica para adquirir medicamentos en Colombia
El impacto económico que tiene para una persona la compra de un medicamento que no le fue entregado, debido a las desigualdades económicas existentes en el país, representa entre un 7% y un 90% de sus ingresos mensuales, lo cual afecta el goce de otros derechos como a la alimentación, educación y vivienda digna.
En la audiencia pública de presentación del informe defensorial ‘Medicamentos inaccesibles, derechos vulnerados: un análisis con enfoque territorial en Colombia’, la Defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, advirtió sobre el agravamiento estructural del derecho a la salud en Colombia.
Este agravamiento está marcado por un incremento sostenido de barreras en el acceso y la disponibilidad de medicamentos en todo el país, sin distinción de tipo de afiliación y con un impacto más severo en poblaciones rurales, étnicas y con baja conectividad.
Encuesta y cifras que preocupan
Los efectos de esta crisis son múltiples y severos. A partir de las encuestas realizadas (3.449), se hizo un ejercicio para determinar el impacto económico de la falta de entrega oportuna de medicamentos, principalmente se identificaron seis (Metformina, Valsartán e Insulina Glargina), que incluye aquellos utilizados en diagnósticos de salud mental y otras condiciones neurológicas (Quetiapina y Ácido Valproico), así como en salud materna (Ácido Fólico).
Al determinar el costo del tratamiento mensual y estimando unos ingresos promedios de acuerdo con los reportes contenidos en la Encuesta Nacional de Calidad de Vida del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el impacto económico que tiene para una persona la compra de un medicamento que no le fue entregado, debido a las desigualdades económicas existentes en el país, representa entre un 7% y un 90% de sus ingresos mensuales, lo cual afecta el goce de otros derechos como a la alimentación, educación y vivienda digna.
La Defensoría del Pueblo, con corte a septiembre del 2025, además, tiene un reporte de 584 medicamentos diferentes no entregados. El seguimiento a 1.798 de estos casos indica que el 48% de ellos no ha sido resuelto. Ante la no entrega, el 61% de los encuestados manifestó que compraría el medicamento de manera particular, lo cual representa un impacto económico crítico, que se agrava en los territorios rurales, rurales dispersos y pueblos étnicos.
Los tres medicamentos que fueron reportados como no entregados con mayor frecuencia fueron Metformina, seguido de Valsartán y Losartán. En el grupo de los diez primeros medicamentos, se acumula el 25% de los reportes de no entregas.
“Los problemas de acceso a medicamentos afectan a personas de todo el territorio nacional, no distinguen entre regímenes de atención y tienen elementos de regresividad, porque, además de generar barreras conocidas para el acceso a los medicamentos y atenciones de alto costo, hoy se presenta también en medicamentos indispensables para la atención primaria integral. Esta regresividad puede instalarse en el futuro, dado que las alteraciones en la cadena logística de medicamentos, privilegian el interés del canal comercial sobre el canal institucional”, manifestó desde Barranquilla la Defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, durante la presentación del informe.
Panorama de tutelas
Si bien el informe presenta un panorama detallado del 2025, la Defensora del Pueblo dio a conocer las crifras sobre las tutelas presentadas en los últimos cinco años y ocho meses. Son 1.003.147 las acciones jurídicas radicadas ante la Corte Constitucional, invocando el derecho a la salud entre enero del 2020 y agosto del 2025.
Tan solo en el 2025, el 33,85% de las tutelas interpuestas corresponde al mismo derecho: es el segundo más invocado en el país, y el 36,82% de las tutelas en salud, del mismo año, están relacionadas con la entrega inoportuna de medicamentos o insumos.
La Defensoría ha acompañado e interpuesto 18.451 tutelas entre enero y agosto del 2025, recurso judicial con el que ha sido solicitado el amparo del derecho fundamental a la salud. El 24% de las acciones estuvo relacionado con la negación en la entrega o acceso a medicamentos esenciales. Los departamentos con mayores casos registrados fueron Quindío (14%), Caldas (12%) y Antioquia (8%).
Indicadores que sustentan el diagnóstico
Durante la audiencia, la Defensora enfatizó en que “esta problemática, la cual combina factores financieros, administrativos y logísticos, refleja una situación de mayor criticidad y regresividad en el funcionamiento y sostenibilidad del sistema”.
La Superintendencia Nacional de Salud registró cerca de 685.000 reclamos por medicamentos, con un promedio diario de 1.600 casos.
La Defensoría del Pueblo recibió 107.000 quejas entre 2022 y 2025. Para 2024 recibió 35.000 quejas relacionadas con el derecho a la salud, un aumento del 32% frente al 2023. Solo entre enero y agosto del 2025, han sido radicadas cerca de
28.000 quejas relacionadas con problemas en la prestación de los servicios de salud.
El informe, construido a partir de información oficial del Ministerio de Salud y Protección Social, la Superintendencia Nacional de Salud, la Corte Constitucional, la Contraloría General de la República y la Procuraduría General de la Nación, y de datos primarios recolectados mediante la Estrategia de Respuesta Inmediata y los Puestos de Mando Unificado (PMU) instalados en 19 departamentos, evidencia un deterioro progresivo en la garantía de este derecho fundamental.
Hallazgos principales
La afectación generalizada en el acceso a medicamentos se explica por una combinación de factores estructurales y coyunturales, que fueron explicados de la siguiente manera por la Defensora del Pueblo:
- Falta de transparencia financiera de EPS, IPS y gestores farmacéuticos, acompañada de falencias en la rendición de cuentas.
- Retrasos y atascos en los pagos que afectan la disponibilidad de medicamentos y servicios.
- Distorsión de la cadena logística, que desplaza la atención hacia el canal comercial privado mientras el institucional asume los medicamentos de alto costo.
- Barreras administrativas y cambios en gestores farmacéuticos con capacidades insuficientes para atender las demandas territoriales, que interrumpen tratamientos, particularmente en territorios de difícil acceso.
Vichada, Guainía, Chocó y San Andrés y Providencia son los departamentos donde las vulneraciones al derecho a la salud son más críticas. Les siguen La Guajira, Arauca, Amazonas, Putumayo, Nariño, Vaupés, Córdoba, Guaviare, Risaralda, Caldas y Quindío.
“Se reconoce una causa estructural, consistente en la alta inequidad social y económica. Mientras la inequidad persista será muy difícil lograr la prestación universal efectiva de los servicios de salud. A pesar de los avances en los indicadores de salud pública de los últimos 30 años en el sistema de salud colombiano, existe una clara inequidad en el acceso a la atención en salud, particularmente para la población rural y la de la periferia del país y de las grandes ciudades, derivada de barreras geográficas, sociales, culturales y económicas”, afirmó la Defensora del Pueblo.
Importancia del Puesto de Mando Unificado
Con base en el análisis de tutelas, quejas y reclamos recibidos por la Supersalud y la Defensoría del Pueblo, se priorizaron 18 departamentos (19 regionales de la Defensoría) para implementar la Estrategia de Respuesta Inmediata y los PMU, los cuales abarcan más del 20% de la población nacional, con predominio de comunidades étnicas y rurales.
Durante la ejecución se realizaron 45 reuniones con 17 tipos de actores del sector salud y control institucional, lo que permitió caracterizar las causas y efectos de la falta de acceso a medicamentos y activar rutas administrativas de solución. Aunque la estrategia tuvo un enfoque coyuntural, también abordó problemáticas críticas como el pago de deudas y las demoras en autorizaciones de servicios.
Los testimonios recopilados en los PMU sugieren que los usuarios corren el riesgo de ver afectada su calidad de vida y, en algunos casos, poner en riesgo su vida debido a la falta de atención o entrega de medicamentos.
También se ha identificado un impacto emocional profundo, evidenciado en frustración, pérdida de confianza y tensiones hacia el personal médico, que enfrenta sobrecarga laboral y episodios de violencia.
Principales recomendaciones de la Defensoría del Pueblo
La Defensoría del Pueblo presentó un conjunto de propuestas para enfrentar la crisis del sistema de salud y garantizar el derecho efectivo a la atención.
- Reforma estructural: Promover una reforma a la salud consensuada que asegure equidad, sostenibilidad financiera y enfoque diferencial, fortaleciendo las capacidades locales.
- Coordinación interinstitucional: Crear un tablero nacional de seguimiento al suministro de medicamentos y servicios, así como mejorar la articulación entre las entidades del sector.
- Transparencia y rendición de cuentas: Establecer mecanismos de conciliación de deudas entre actores del sistema, como también fortalecer la vigilancia sobre el uso de recursos públicos.
- Atención con enfoque territorial: Priorizar zonas rurales y poblaciones vulnerables e implementar un plan nacional para pacientes de alto costo y apoyo a cuidadores.
- Vigilancia y participación ciudadana: Reforzar los controles con participación de entidades de salud, órganos de control y veedurías.
- Fortalecimiento institucional y judicial: Mejorar la gestión administrativa y judicial para reducir la congestión por tutelas y agilizar los reembolsos a pacientes.
“El Gobierno no debe negar su responsabilidad en establecer transiciones menos inciertas y traumáticas en su propuesta de transformación del sistema, en su deber de garantizar el derecho a la salud y en su obligación de escuchar todas las voces, incluida la de esta Defensoría, cuyo rol es acercar a las partes para aliviar el sufrimiento que, sin ninguna duda, hoy padece la población colombiana”, concluyó la Defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz.
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Juego con tragos en discoteca de Cali acaba con la vida de mujer de 23 años
El caso de María José Ardila ha despertado preocupación y debate en redes sociales por los riesgos de los llamados “retos con trago” que se promueven en algunos establecimientos nocturnos.
Una noche que debía ser de diversión en una discoteca de Cali terminó en tragedia para María José Ardila, una joven de 23 años que hoy lucha por su vida en una unidad de cuidados intensivos (UCI).
Su caso ha despertado preocupación y debate en redes sociales por los riesgos de los llamados “retos con trago” que se promueven en algunos establecimientos nocturnos.
Esa situación derivó en una obstrucción de las vías respiratorias, un paro cardiorrespiratorio que se prolongó durante 17 minutos y, posteriormente, un edema cerebral que la mantiene en estado crítico.
¿Cuál era el reto con tragos?
El padre de la joven relató al mencionado medio que todo comenzó cuando María José aceptó participar en un reto propuesto dentro del establecimiento, el cual consistía en beber una serie de seis tragos en un tiempo determinado.
El desafío, según contó, estaba compuesto por seis rondas de licor:
Un “cucaracho” en 5 segundos.
Tres ‘shots’ (sin especificar el tipo de licor).
Una cerveza completa sin detenerse.
Tres ‘shots’ adicionales sin usar las manos.
13 segundos bebiendo aguardiente sin regar una sola gota.
Ocho ‘shots’ más, de diferentes tipos, consumidos con pitillo.
El Cucaracho es un trago ardiente y show de bar muy típico en Cali y en otras partes de Colombia, sobre todo en sitios de rumba popular o en bares con ambiente fiestero.
Aunque hay distintas versiones, la receta más conocida incluye:
Licor fuerte: suele usarse tequila, aguardiente o ron.
Licor de café o Kahlúa.
Unas gotas de licor de menta o triple sec (opcional).
Encendido con fuego justo antes de tomarlo.
Se sirve en un shot pequeño, generalmente caliente o flameado, de ahí su fama.
Cómo se toma
1. El bartender prende fuego al shot.
2. La persona lo bebe con un pitillo o directamente, mientras aún está encendido o recién apagado.
3. Se busca el efecto del calor y el sabor dulce-amargo del licor de café.
En Cali, pedir un “Cucaracho” es casi un rito de rumba, sobre todo en lugares tradicionales o entre grupos de amigos.
No es una bebida fina, sino más popular, divertida y potente, pensada para “animar la fiesta” y retar a los valientes.
Aunque es parte del show, nunca se debe beber mientras la llama está encendida directamente, porque puede causar quemaduras. Siempre debe apagarse antes de tomarlo.
El padre de María José dijo que su hija no alcanzó a terminar el reto completo, pues faltaron alrededor de tres o cinco tragos. En medio del desafío, alguien grabó un video en el que se escucha a la joven decir que uno de los tragos sabía “horrible”. Pocos segundos después, se desplomó.
De acuerdo con el testimonio de su familiar, luego de desmayarse, María José fue atendida dentro del lugar, pero su estado rápidamente se complicó y dejó de respirar.
“Al momento de desmayarse se le induce el vómito, ella bronco aspira, el vómito le llegó a los pulmones y queda más o menos 17 minutos sin respiración en una discoteca donde no tenían un paramédico. Cuando llego a la UCI me encuentro con que la han revivido tres veces”, aseguró el joven a TuBarco News.
Las autoridades aún no se han pronunciado oficialmente sobre el caso, pero se espera que en los próximos días se investigue si el establecimiento donde ocurrieron los hechos tenía medidas de seguridad y control sobre el consumo de alcohol, especialmente en este tipo de “retos” o dinámicas con los clientes.
El caso de María José Ardila ha encendido las alarmas sobre una práctica cada vez más común en bares y discotecas: los retos con tragos o competencias de resistencia al alcohol.
Estos juegos, promovidos en ocasiones como parte de actividades de entretenimiento, pueden tener consecuencias graves para la salud, incluyendo intoxicaciones, pérdida de conciencia, broncoaspiración y, en casos extremos, la muerte.
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