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Vicky Dávila renuncia a Semana y anuncia su candidatura presidencial para el 2026
Hoy miércoles 14 de noviembre decidió lanzarse al agua oficialmente y renunciará a la dirección de la Revista Semana que ha dirigido por más de cuatro años.
Durante varios años, los congresistas de distintos partidos salían de la plenaria para prender el televisor y ver la sección “La cosa política” en Noticias RCN en el horario prime time. Los secretos o datos que contaba podían tumbar funcionarios o poner en aprietos a protagonistas de la escena política. Quien conducía esa sección y además presentaba el noticiero, era Victoria Eugenia Dávila Hoyos, conocida como Vicky Dávila, que nació en Buga (Valle del Cauca) en 1973.
En la mayoría de perfiles es necesario resolver la incógnita de quién es el personaje en los primeros párrafos, pero en el caso de Dávila —lo que será una fortaleza electoral— no es necesario. Casi que la mayoría de Colombia reconoce su rostro y voz, tras una larga trayectoria en los medios de comunicación, que ha estado llena de polémicas, triunfos, derrotas, críticas, fans y detractores.
Hoy miércoles 14 de noviembre decidió lanzarse al agua oficialmente y renunciará a la dirección de la Revista Semana que ha dirigido por más de cuatro años. Será candidata por firmas y su anuncio puso a temblar a todo el espectro ideológico y sus decenas de precandidatos, pues en tiempos de outsiders, Dávila es una carta que jugará fuerte en las elecciones de 2006.
Vicky Dávila nació en un hogar de clase media, con problemas económicos y de violencia intrafamiliar por parte de su padre, de quien heredó su rostro, como se ve en fotos en las que lucen idénticos. Hoy es madre de dos hijos y esposa del médico José Amiro Gnecco. Su primer hijo es fruto de su primer matrimonio con el periodista Juan Carlos Ruiz —hermano de Yolanda Ruiz—quien falleció en 2001.
El periodismo se atravesó en su carrera artística, pues siempre quiso ser cantante. Y lo fue. Grabó, incluso, un disco junto a Helenita Vargas, con un recordado video de la canción “Señor”, que empieza con la frase “Pocos lo conocen como lo conozco yo” en la que ambas salen con trompetas y violines de fondo y un ambiente bohemio.
La carrera de Vicky Dávila, sin embargo, muchos la conocen y quizá su éxito radique en la autenticidad, pero se ha enfrentado a episodios que cuestionan su ética y rigor periodístico y se le ha acusado de traspasar la frontera del ejercicio de su oficio con el activismo político.
No es un delfín del periodismo y escaló poco a poco siendo una joven corresponsal de medios regionales, luego de Noticias RCN hasta que llegó a una de las cúspides de su carrera con la dirección del programa de la mañana de La FM y ahí su vida dio un giro definitivo.
Las almendras “amargas” de Palacio
Estando en ese programa, Dávila reveló un escándalo conocido como “La comunidad del anillo”. Su equipo divulgó un video íntimo de terceros aparentemente relacionado con un caso de corrupción en la Policía, en el que salía el entonces viceministro del Interior Carlos Ferro.
El material publicado ocasionó un debate periodístico y sobre todo jurídico que se estudió en las universidades, pues tenía como eje la libertad de prensa en relación a los derechos que protegen la labor periodística en Colombia.
En la retina de la gente está el video como lo más escandaloso, pero no fue lo más grave de ese episodio. La Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) reveló que de esa investigación tanto Vicky Dávila como otros periodistas recibieron amenazas de muerte y fueron objeto de interceptaciones ilegales. Su equipo reveló otros elementos que cuestionaron el papel del entonces director de la Policía, el general Rodolfo Palomino.
De las cenizas hasta La W y Semana
Durante los meses que estuvo desempleada, Vicky Dávila era el “patito feo” del periodismo. Varios colegas de importante trayectoria e impacto mediático criticaron la forma en la que reveló el escándalo de “La comunidad del anillo” y aprovecharon para cuestionar hasta la forma en la que construyó su trayectoria, con su estilo único, que sigue despertando amores y odios.
Dávila abrió un canal de YouTube desde donde criticaba sin clemencia al entonces presidente Juan Manuel Santos y su Gobierno. Pero también empezó a forjar una marca personal en redes sociales más allá de los medios de comunicación. Si antes las audiencias la conocían por haber estado en Noticias RCN y la FM, durante esos meses Dávila demostró que podía hacer su propio canal desde donde opinaba, analizaba, entrevistaba y hasta cantaba.
Esa faceta de Dávila reveló también que era una outsider del periodismo —lo es ahora de la política—, que criticaba a los grupos económicos sin pelos en la lengua y que defendía sus convicciones e ideología por encima del ejercicio profesional.
Estuvo más de ocho meses en ese dinámica hasta que Julio Sánchez Cristo le ofreció dirigir un programa a las 12 del día en la W Radio del Grupo Prisa. Rápidamente, Dávila resucitó su carrera periodísticas de las cenizas, pero también ese espacio radial, pues las 12 del día era una hora casi que “muerta” en audiencia para la radio colombiana, que es más madrugadora o vespertina.
En ese formato y acompañada de sus periodistas más cercanos como Jairo Lozano, Dávila ponía la agenda del día con invitados que entrevistaba una hora. Luego, Sánchez Cristo incorporó dos leyendas de la radio para que la acompañaran las otras dos horas de programa: Hernán Peláez Restrepo y el corresponsal español Rafael Manzano.
“Es de temperamento, es radialmente agresiva, muy rápida, muy inteligente, pero tiene un estilo fuerte”, dijo Peláez en una entrevista con Alejandro Marín en 2019.
El revolcón en Semana y en el periodismo
El éxito de Dávila en La W la catapultó para llegar hasta la emblemática Revista Semana en un momento de transición empresarial. Quien fuera su accionista mayoritario por más de 40 años, Felipe López Caballero, le vendió poco a poco sus acciones a Gabriel Gilinski, miembro de la poderosa familia Gilinski, empresarios vallunos que tienen intereses en el sector bancario, de alimentos y más recientemente en los medios de comunicación.
De izquierda a derecha: Sandra Suárez (gerente de Semana), Alejandro Santos (director de Semana), María López (accionista e hija de Felipe López), Vicky Dávila (directora de Semana TV), Salud Hernández (periodista y analista española) y Ariel Ávila (entonces analista y hoy senador). Foto de marzo de 2020, pocos días antes de la pandemia.
De izquierda a derecha: Sandra Suárez (gerente de Semana), Alejandro Santos (director de Semana), María López (accionista e hija de Felipe López), Vicky Dávila (directora de Semana TV), Salud Hernández (periodista y analista española) y Ariel Ávila (entonces analista y hoy senador). Foto de marzo de 2020, pocos días antes de la pandemia.
Primero, Vicky Dávila llegó a comandar “Semana TV”, una apuesta de televisión digital que ofreció una parrilla de contenidos de opinión con periodistas de distintas orillas, aunque mayoritariamente de derecha.
En su momento, había dos Semana. La que comandaba Vicky con “Semana TV” y el área digital y la que dirigía Alejandro Santos Rubino con la revista impresa, acompañado de periodistas legendarios como Ricardo Calderón, Mauricio Sáenz y el fallecido Rodrigo Pardo, entre muchos otros.
Eran dos modelos de periodismo bajo el mismo paraguas, lo que generó varios episodios de peleas internas, en los que terminó ganando Dávila quien tenía a Gilinski de su lado. Después de ires y venires, desapareció la Semana de Felipe López y se instaló la Semana del nuevo dueño con Vicky Dávila a la cabeza. Salieron no solo el equipo que acompañaba a Santos Rubino (sobrino de Juan Manuel Santos) sino todos sus columnistas y caricaturistas como María Jimena Duzán, Daniel Coronell, Daniel Samper Ospina, Antonio Caballero y Vladdo.
Vicky asumió la dirección total de la Revista Semana marcó un quiebre no solo en esa revista sino en el periodismo colombiano. Dávila rearmó a los equipos de la revista impresa y al equipo digital y con una fórmula cuestionable para algunos empezó a multiplicar exponencialmente el tráfico de las notas diarias alcanzando hasta 300 URL publicadas, lo que disparó las cifras de ese medio en digital llegando a superar al “rey” que era El Tiempo en las mediciones que hace Comscore.
A nivel periodístico, la fórmula de aumento de volumen estaba acompañada de estrategias donde los adjetivos y superlativos acompañaban todas las noticias y esto movilizaba sentimientos en la gente como indignación, miedo o felicidad, lo que graduó a Dávila como una figura única en el ecosistema de medios.
Al mismo tiempo, el Grupo Gilinski no declaraba sus conflictos de interés en las notas periodísticas que tenían que ver con sus negocios o apuestas empresariales y se publicaban con bastante despliegue y difusión en ese medio.
La gran opositora del Gobierno Petro y sus revelaciones
Con la llegada de Gustavo Petro al poder, Vicky Dávila se convirtió en su opositora número uno, pero también en el medio de comunicación que más revelaciones ha hecho en contra de su Gobierno.
Desde antes, incluso, con la revelación de los “Petrovideos” en campaña, luego con el episodio de chuzadas de contra la niñera Marelbys Meza o la dura declaración de Nicolás Petro Burgos, hijo mayor del jefe de Estado, envuelto en un caso de presunto enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias: “No me voy a inmolar por mi papá”.
Pero también Dávila y su equipo hicieron revelaciones de corrupción en varias entidades del Ejecutivo, sobre miembros del Pacto Histórico y en menor medida expusieron a otros sectores políticos, como la portada contra Óscar Iván Zuluaga, excandidato presidencial uribista.
De hecho, Semana se convirtió en el refugio periodístico de varios políticos del Centro Democrático y del establecimiento. Aunque Dávila, indomable, siempre impuso su agenda y estilo.
Estas revelaciones le cayeron mal al Gobierno y a Gustavo Petro que calificó a Dávila de ser una periodista de “extrema derecha” que difunde noticias falsas e intentó en varias ocasiones acercarse a los Gilinski —que en el pasado financiaron sus campañas— para atajar el trabajo de Semana, pero no funcionó.
Recientemente, Dávila también ha mantenido una controversia pública con la fiscal general Luz Adriana Camargo. La Fiscalía había abierto una cuestionable investigación por una denuncia que llegó de un activista petrista sindicando a Dávila de varios supuestos delitos por haber accedido a información supuestamente proveniente de Pegasus.
Pero, tras la confirmación por parte de Estados Unidos de que la compra del software se hizo bajo un acuerdo de cooperación en inteligencia y que fue el Gobierno de la Unión Americana quien financió la adquisición, la Fiscalía decidió cerrar la investigación y archivarla, a pesar de que la había priorizado en los últimos días.
Petro ataca a Dávila cada vez que puede. Hace unos meses dijo que la iba a tratar como candidata presidencial y no como periodista.
También dijo en abril de este año: “Jajaja, pago por ver la contienda de derechas entre Vicky, Cabal y Claudia López”. Parece que se va a hacer realidad.
“Parece candidata, habla como candidata, probablemente sea candidata”
Desde inicios de este año cogió aún más fuerza la idea de que Vicky Dávila entraría en política electoral, pero ella mantuvo la expectativa hasta hoy, 14 de noviembre.
Los rumores de una posible candidatura lo alimentaron varias encuestas que la muestran en una posición favorable electoralmente. Algunos medios como La Silla Vacía decidieron desde hace semanas que cubrirían a Dávila como precandidata presidencial pues incrementaba su asistencia a foros en los que hacía discursos sobre la democracia y el futuro del país, lo que la perfilaba como tal.
Pero incluso desde antes, en la propia revista, la periodista utilizó esa plataforma para lanzar propuestas como si fuera una candidata, como una portada titulada “El 10-10-10”, que se traduce a dejar en 10% el IVA, 10 % de impuesto de renta a las empresas y 10 % impuesto a las personas. Esa propuesta cayó mal en el periodismo, pues varios colegas catalogaron como “descarada” la forma con la que Dávila estaría haciendo campaña desde un medio de comunicación. Según un par de entrevistas, al dueño del medio, Gabriel Gilinski, no parecía ni parece molestarte que la directora de la revista estuviera haciendo campaña política desde la revista, como tantos señalaban.
La periodista se defendía calificando como “hipócritas” a quienes la criticaban desde el periodismo, pues otros personajes han cruzado la frontera con la política, como el expresidente Juan Manuel Santos, quien fue subdirector de El Tiempo o el expresidente Andrés Pastrana que dirigió el noticiero TV Hoy. U otras figuras periodísticas como María Isabel Rueda (amiga de Vicky) quien fue congresista o María Jimena Duzán, Rodrigo Pardo o Fidel Cano que han tenido cargos públicos en la diplomacia.
Al mismo tiempo, Semana cubría a su propia directora quien ganó varios premios de periodismo, lanzaba otra propuesta, le contestaba a algún petrista o visitaba en Estados Unidos, incluso, al republicano Marco Rubio —hoy secretario de Estado nombrado por Donald Trump—.
Entre los pasillos del poder y las salas de redacción se recordaba la expresión humorística del “Test del pato” que dice: “Si parece un pato, nada como un pato, y grazna como un pato, entonces probablemente sea un pato”. En este caso sería: “si parece una candidata presidencial, habla como candidata, entonces probablemente sea una candidata presidencial”.
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Los pro y los contra por el alza del salario mínimo en Colombia para el 2025
Fue el 24 de diciembre, en medio de una novena celebrada en el colegio La Salle, en Zipaquirá, Cundinamarca, que el presidente Gustavo Petro anunció la cifra oficial: el alza del salario mínimo que regirá en el país a partir del primero de enero de 2025 será de 9,54 %.
Luego de cinco sesiones de la Comisión Permanente de Concertación, dos encuentros de la subcomisión de productividad y alrededor de 15 reuniones bilaterales, las partes —representantes de sindicatos y empresarios— no lograron llegar a un acuerdo sobre el aumento del salario mínimo para 2025, por lo que finalmente fue decretado por el Gobierno Nacional.
Fue el 24 de diciembre, en medio de una novena celebrada en el colegio La Salle, en Zipaquirá, Cundinamarca, que el presidente Gustavo Petro anunció la cifra oficial: el alza del salario mínimo que regirá en el país a partir del primero de enero de 2025 será de 9,54 %. Esto representa un aumento de $123.500 frente a 2024 —sin el auxilio de transporte—, lo que significa que la nueva asignación será de $1.423.500.
Ahora, el subsidio del transporte fue incrementado en $38.000, pasando de $162.000 a $200.000, un alza de 23 %. Esto quiere decir que el nuevo salario mínimo nominal, incluido el transporte, quedará en $1.623.500 el próximo año.
¿Cómo quedarán los costos?
La base de cotización para salud y pensión lo calculan las empresas según el salario mensual del trabajador, el cual no podrá ser inferior al salario mínimo legal vigente (SMLV) o superior a 25 SMLV.
En cuanto a salud, el aporte total es del 12,5%: de este porcentaje, el empleador paga el 8,5% con base al salario del empleado, que para este año equivalía a $110.500, de los cuales 4%, $52.000, los asume el trabajador con su sueldo. Con este incremento, a la empresa le correspondería pagar $120.955.
Para pensión se debe realizar una contribución del 16%, donde el empleador aporta el 12%, es decir, $156.000, de los cuales el trabajador pone 4%, que son $52.000. Con el ajuste para 2025, las empresas tendrán que poner $113.840.
Sobre la ARL, el valor depende del nivel de riesgo asociado al trabajo. El aporte para una ARL de nivel 1 sería de $7.428.
Otros pagos adicionales que deben hacer las empresas están relacionados con las prestaciones sociales: las dos primas de servicios que se pagan al año (junio y diciembre), las cesantías, que se deben consignar al fondo privado (AFP) o la Fondo Nacional de Ahorro (FNA), y los intereses a las cesantías que se pagan una vez al inicio de cada año (30 de enero).
Con lo anterior, el costo de un empleado, con parafiscales, llegaría a $1.865.216 al mes. Sin embargo, hay otros pagos adicionales que deben hacer las empresas y que están relacionados con las prestaciones sociales: las dos primas de servicios que se pagan al año (junio y diciembre); las cesantías, que se deben consignar al fondo privado (AFP) o la Fondo Nacional de Ahorro (FNA), y los intereses a las cesantías que se pagan una vez al inicio de cada año.
En total, sumando estas prestaciones sociales más los parafiscales, cada trabajador le costaría a una empresa alrededor de $2.417.000 a partir del próximo año.
Las dos caras
El incremento que decretó el presidente Petro ha sido motivo de diversos debates: unos a favor, apelando a los derechos de los trabajadores; y otros en contra, argumentando los costos que tendrán que asumir las empresas y la informalidad.
De hecho, una de las críticas ha sido que el alza se dio por encima de la inflación, que se proyecta en alrededor del 5,1% para el total de 2024 (la cifra se revelará en enero de 2025). Así, en términos reales, el aumento se ubicaría en 4,4%, similar al de 2022, cuando fue de 4,2%.
Para Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, “este aumento es uno de los más altos del siglo en términos reales (descontando la inflación)”. Y recordó que el porcentaje que se decretó en 2022 “generó efectos negativos en el mercado laboral y los precios, al aumentar la inflación durante ese año y el siguiente (…) El aumento del salario mínimo para 2025 es de los más altos del siglo en términos reales”.
Desde la óptica de Carolina Soto, excodirectora del Banco de la República, con este incremento del 9,54%, junto al “desmesurado” aumento del auxilio de transporte (18% real) “podemos esperar un 2025 con mayor inflación, altas tasas de interés por más tiempo y un deterioro en el mercado laboral”.
Sobre la informalidad y el desempleo que se podría generar, Mejía afirmó que, si bien el dato que decretó el Gobierno luce como una buena noticia para los trabajadores formales que ganan un salario mínimo, en la práctica tendría dos efectos primordiales. “Uno, al encarecer sustancialmente el costo del empleo formal, inducirá aún más la contratación informal, especialmente en las microempresas; y dos, presionará al alza la inflación, retrasando la reducción de tasas de interés por parte del Banco de la República”, dijo.
Al respecto, desde el Observatorio de Derecho Laboral de la Pontificia Universidad Javeriana indicaron que esta alza del salario solo le aplicará al 17% de los trabajadores de Colombia. “El aumento del salario mínimo solo le aplica al 14% que gana exactamente el mínimo; a menos del 1% que ganan más de 10 salarios mínimos y tienen salario integral; a los empleados públicos (más de 500.000) que no negociarán un incremento menor, y a los congresistas y altos funcionarios del Estado”.
De esta manera, concluyeron, el restante de los empleados, es decir, el 83%, “estaría viviendo entre la informalidad, precariedad y aumentos menores. El 2025 no será un año de ganancias en formalización, probablemente va a ser un año donde aumente el desempleo y la no participación”.
Sin embargo, desde la otra orilla opinan que no es cierto que el incremento del mínimo lleve a más pobreza y desempleo.
Enrique Correa De La Hoz, socio fundador del Centro de Estudios Laborales Correa de la Hoz y doctor en Derecho del Trabajo, explicó que experiencias internacionales, como las de Brasil y México, muestran resultados opuestos.
“En Brasil, los incrementos reales del salario mínimo durante el gobierno de Lula da Silva redujeron la pobreza extrema y mejoraron la distribución del ingreso. En México, aumentos del 78% en el salario mínimo, entre 2018 y 2023, disminuyeron la pobreza laboral, fortaleciendo la capacidad de consumo sin afectar la estabilidad económica. En Colombia, los incrementos reales y significativos del mínimo son necesarios para combatir la pobreza laboral y dinamizar la economía”, comentó.
Añadió que al fortalecer el poder adquisitivo de los trabajadores, se dinamiza el consumo interno y se impulsan sectores clave como los alimentos, el comercio y los servicios: “En un país donde las desigualdades de ingreso están profundamente arraigadas y donde el 44% de la desigualdad se encuentra determinada por circunstancias desde el nacimiento, incrementar el salario mínimo es una herramienta clave para reducir estas brechas y promover una mayor equidad económica”.
¿Qué productos y servicios subirán con el mínimo?
A la par del salario mínimo, hay una serie de precios de bienes y servicios que se fijan con base en este incremento y que se harán efectivos desde los primeros días de enero.
Entre ellos está el copago de las EPS, que son los aportes en dinero que corresponden a una parte del valor del servicio demandado. También aumentarán los pasajes de transporte público y algunas multas de tránsito, como las fotomultas y el Seguro Obligatorio contra Accidentes de Tránsito (Soat). Otros servicios son la pensión mínima y aportes voluntarios; las tarifas judiciales y legales, como las tasas notariales.
Cabe resaltar que el mínimo también es la base para calcular cuánto debe ser la remuneración para quienes reciben un pago diario, como las empleadas domésticas que laboran por días o los jornaleros.
Gloría Ramírez, ministra del Trabajo, aseguró que van a seguir revisando para que algunos bienes, servicios y artículos se desindexen. Estima que serán aproximadamente 200 los productos desindexados. “Ya ratificamos los 188 productos, y le hemos solicitado a Hacienda para que nos diga qué otros productos y bienes pueden ser desindexados”, declaró.
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Nacional vence al Tolima 2-0 y es campeón de la Liga Betplay II del 2024
La superioridad de Atlético Nacional se mantuvo durante todo el encuentro, mientras que Deportes Tolima no encontró la forma de quebrar el orden defensivo del rival.
Atlético Nacional se convirtió en el nuevo campeón de la Liga BetPlay, después de derrotar este domingo 22 de diciembre 2-0 a Deportes Tolima en el partido de vuelta de la gran final y con el marcador global de 3-1 logró estampar la estrella 18 en su escudo.
El triunfo del conjunto ‘verdolaga’ se registró gracias a las anotaciones de Alfredo Morelos y Andrés Felipe Román.
En el primer tiempo, el equipo antioqueño dominó con tranquilidad el partido y sacó la ventaja necesaria para acercarse al título.
Atlético Nacional solo necesitó seis minutos para abrir el marcador. Después de una secuencia de pases, Andrés Felipe Román controló el balón en el borde del área para habilitar con un sutil pase a Alfredo Morelos.
El atacante no perdió el tiempo y con velocidad dominó el esférico para posteriormente sacar un fuerte remate cruzado de derecha que venció la resistencia del guardameta William Cuesta.
La superioridad de Atlético Nacional se mantuvo, mientras que Deportes Tolima no encontró la forma de quebrar el orden defensivo del rival.
El conjunto antioqueño le cedió el control del balón al ibaguereño y se replegó en su propio campo para cerrar los espacios, aunque al momento de presionar lograba recuperar la pelota e iniciaba rápidos contraataques.
Precisamente, sobre el minuto 31, Atlético Nacional consiguió el 2-0, después de recuperar el esférico en la mitad de la cancha.
Marino Hinestroza controló y transportó por algunos minutos para habilitar a Andrés Felipe Román, quien entró al área y remató con su guayo derecho para lograr el 2-0 parcial.
En el segundo tiempo, Deportes Tolima saltó al gramado del estadio Atanasio Girardot con la intención de mejorar su rendimiento y buscar el descuento.
Los dirigidos por David González tomaron el control del balón y empezaron a arrinconar a Nacional en su propio campo con el objetivo de generar peligro.
Sobre el minuto 60, Deportes Tolima tuvo la oportunidad de descontar, después de que el árbitro central Carlos Ortega sancionara como mano y penal una acción del defensor Felipe Aguirre.
Yeison Guzmán se encargó de ejecutar la infracción, pero esta fue atajada por David Ospina.
En el complemento del partido, Atlético Nacional manejó el ritmo de competencia y le dio manejo al balón para confirmar la victoria y el título 18 en la primera división del fútbol colombiano.
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Canciller dijo que nombramiento de Daniel Mendoza en Tailandia era inconveniente
El canciller Luis Gilberto Murillo dejó claro que expresó su oposición al nombramiento desde un principio, aunque subrayó que la decisión final recaía en el mandatario.
El canciller Luis Gilberto Murillo rompió su silencio sobre la designación de Daniel Mendoza como embajador de Colombia en Tailandia.
El nombramiento, que finalmente no se llevará a cabo, generó controversia debido a varios mensajes ofensivos hacia las mujeres y la difusión de imágenes de alto contenido sexual por parte de Mendoza.
El canciller dejó claro que expresó su oposición al nombramiento desde un principio, aunque subrayó que la decisión final recaía en el mandatario.
“Yo fui el primero en decirle al presidente Petro, inviable. Usted puede estar de acuerdo o no, pero lo que se dijo es un tema muy complejo con las mujeres; es inviable. Ahora, esta es una decisión del Presidente, no es mía”, aseguró Murillo.
El jefe de la diplomacia reveló que también sostuvo una conversación con Mendoza en la que personalmente le comunicó que nombramiento no era conveniente.
“Me lo preguntó, le dije, su nombramiento es inviable. Esa es mi posición como canciller. Él cuando escuchó mi posición, hizo parte de su análisis, me imagino, y retiró su candidatura”, manifestó.
El Canciller también criticó a sus colegas del gabinete “que salieron a expresarse públicamente sobre la política exterior cuando pueden hacerlo dentro del Gobierno”, refiriéndose a la designación de Daniel Mendoza como embajador en Tailandia.
“Uno puede salir de manera oportunista a lavarse las manos y sigue en el gobierno. Si no están de acuerdo, uno se va. Y yo sé que el presidente Petro no lo va a decir, yo sí lo digo. Uno pierde o gana las batallas dentro del Gobierno, y cuando uno pierde una batalla en el Gobierno, pues tiene que asumirla, perdió, pero tiene que salir a defender lo que ya se decidió dentro del Gobierno, porque somos una coalición que está presentando una nueva visión de sociedad”, puntualizó.
Es la primera vez que el Canciller se pronuncia sobre este tema, mostrando una posición distante a la del presidente Gustavo Petro, que en varias ocasiones defendió a Mendoza.
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