Deportes
Luisa Blanco logra clasificar en la gimnasia individual femenina de Paris 2024
Luisa Blanco actualmente hace parte del equipo de gimnasia universitaria de Alabama y obtuvo su cupo a Paris luego de haber participado en los Juegos Panamericanos en Santiago 2023.
La gimnasta colombiana Luisa Blanco, que debutó este domingo como olímpica, cerró la lista de clasificadas para la final individual absoluta en París, beneficiada por la norma que solo admite en las finales a un máximo de dos gimnastas por país.
Blanco obtuvo 51,698 puntos que la situaron en el puesto 30. Pero los descartes corrieron el turno y la metieron entre las 24 mejores que pelearán el martes por las medallas.
«No me gusta ver la puntuación ni dónde quedo porque, si yo me siento satisfecha con mi trabajo, eso es lo que más importa», había asegurado unas horas antes, tras completar su ronda de clasificación.
«Las personas que me quieren me van a amar aunque me caiga diez veces de la viga. Pero sería un honor estar en la final», afirmó la gimnasta de 22 años, residente en Alabama y una de las competidoras punteras de la liga universitaria estadounidense.
«No soy de puntajes. Veo y digo ok, pero no definen quién soy. Luisa Blanco es una mejor amiga, es una hermana, es una hija, alguien que siempre va a estar para ayudar a las personas», aseguró, en tono calmado, sin dejarse impresionar por el escenario olímpico.
«Hoy disfruté de representar al tricolor, de dar lo mejor de mí en este escenario, sin enfocarme en una puntuación. Vivo todo día a día», reiteró.
Blanco se ganó la plaza en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, a los que llegó como suplente. Pero salió de allí con el pase directo a París 2024.
Nacional
Cómo logro Terrence Crawford convertirse en campeón indiscutible del boxeo actual
Crawford, peleando gran parte del combate en guardia zurda, utilizó el jab como arma principal para mantener la distancia, incomodar al mexicano Saul «el Canelo» Álvarez y marcar el ritmo de los intercambios.
El boxeo mundial vivió una de sus noches más esperadas con el enfrentamiento entre Saúl “Canelo” Álvarez y Terence “Bud” Crawford, combate que terminó inclinándose del lado del estadounidense por decisión unánime en el T-Mobile Arena. Las tarjetas de los jueces reflejaron la paridad del duelo: 116-112, 115-113 y 115-113, todas a favor de Crawford, quien ahora se erige como uno de los mejores libra por libra de la actualidad.
Un duelo de estilos
La pelea fue un choque de estrategias. Canelo, reconocido por su potencia y fortaleza en las categorías superiores, buscó imponer su ritmo desde el inicio con golpes de poder al cuerpo. Sin embargo, se encontró con un rival que supo neutralizarlo con inteligencia.
Crawford, peleando gran parte del combate en guardia zurda, utilizó el jab como arma principal para mantener la distancia, incomodar al mexicano y marcar el ritmo de los intercambios. Su capacidad para entrar, conectar y salir sin exponerse fue decisiva para sumar puntos a lo largo de los asaltos.
Las estadísticas hablaron
De acuerdo con los registros de CompuBox, Crawford conectó 115 golpes frente a 99 de Álvarez, dominando sobre todo en la cantidad de jabs efectivos. Aunque Canelo tuvo algunos destellos con combinaciones de poder, no logró capitalizar lo suficiente como para inclinar la balanza.
En los rounds intermedios, el estadounidense se mostró más confiado, aumentando su agresividad sin abandonar la precisión. Canelo, en cambio, redujo su volumen de golpes y se vio obligado a perseguir a un rival más fresco y escurridizo.
La lectura de los jueces
La puntuación final reflejó lo que se vio en el ring: un combate muy disputado, con asaltos cerrados, pero en el que Crawford fue más constante y efectivo. El mexicano necesitaba un cierre más contundente, pero sus embates finales no fueron suficientes.
Significado de la victoria
Este triunfo representa un hito en la carrera de Crawford, que subió de división para enfrentar a uno de los campeones más dominantes de los últimos años y logró vencerlo en un escenario mundial. Con esta victoria, se afianza como un referente histórico y amplía su legado como uno de los peleadores más completos del boxeo moderno.
Para Canelo, la derrota abre interrogantes sobre el futuro de su reinado en el peso supermediano y sobre sus próximos rivales. Aunque sigue siendo uno de los nombres más influyentes del deporte, la derrota ante Crawford lo obliga a replantear su estrategia y preparación de cara a nuevos desafíos.
Terence “Bud” Crawford: el estratega implacable del boxeo moderno
Terence Allan Crawford, nacido el 28 de septiembre de 1987 en Omaha, Nebraska (EE. UU.), es hoy considerado uno de los mejores boxeadores libra por libra del mundo. Conocido como “Bud”, se ha ganado la reputación de ser un peleador cerebral, versátil y extremadamente técnico, capaz de adaptarse a cualquier rival.
Infancia y primeros pasos
Criado en un barrio de clase trabajadora en Omaha, Crawford encontró en el boxeo una salida a las dificultades de su entorno. Empezó a entrenar a los siete años y rápidamente destacó en el circuito amateur. Representó a Estados Unidos en diversas competencias internacionales y acumuló más de 70 victorias antes de pasar al profesionalismo en 2008.
Carrera profesional
Desde su debut profesional, Crawford mostró un estilo único:
Puede pelear tanto en guardia ortodoxa como en zurda, lo que confunde a sus rivales.
Se caracteriza por su inteligencia táctica, ajustando su plan de pelea según avanza cada combate.
Posee una mezcla letal de rapidez, precisión y poder de golpeo.
En 2014 conquistó su primer título mundial en peso ligero de la OMB. Posteriormente subió a superligero, donde logró unificar los cuatro cinturones, convirtiéndose en uno de los pocos campeones indiscutidos de la historia en esa división. En 2018, en el peso wélter, volvió a coronarse campeón, reforzando su estatus de figura de élite.
Estilo y legado
Crawford no solo es un pegador respetado, sino un boxeador con una mente privilegiada para la estrategia. Su capacidad para leer al oponente y ajustar su guardia lo convierte en un rival impredecible. En cada pelea combina frialdad, cálculo y agresividad en los momentos precisos.
Con la victoria sobre Saúl “Canelo” Álvarez, dio un paso histórico: demostró que podía competir en divisiones superiores y derrotar a uno de los campeones más dominantes de la última década.
Fuera del ring
Crawford mantiene fuertes vínculos con Omaha, su ciudad natal, donde impulsa programas comunitarios y deportivos para jóvenes. Es un peleador reservado en lo personal, pero apasionado al hablar de boxeo y de la importancia de inspirar a nuevas generaciones.
Actualidad
Nacional vence al Tolima 2-0 y es campeón de la Liga Betplay II del 2024
La superioridad de Atlético Nacional se mantuvo durante todo el encuentro, mientras que Deportes Tolima no encontró la forma de quebrar el orden defensivo del rival.
Atlético Nacional se convirtió en el nuevo campeón de la Liga BetPlay, después de derrotar este domingo 22 de diciembre 2-0 a Deportes Tolima en el partido de vuelta de la gran final y con el marcador global de 3-1 logró estampar la estrella 18 en su escudo.
El triunfo del conjunto ‘verdolaga’ se registró gracias a las anotaciones de Alfredo Morelos y Andrés Felipe Román.
En el primer tiempo, el equipo antioqueño dominó con tranquilidad el partido y sacó la ventaja necesaria para acercarse al título.
Atlético Nacional solo necesitó seis minutos para abrir el marcador. Después de una secuencia de pases, Andrés Felipe Román controló el balón en el borde del área para habilitar con un sutil pase a Alfredo Morelos.
El atacante no perdió el tiempo y con velocidad dominó el esférico para posteriormente sacar un fuerte remate cruzado de derecha que venció la resistencia del guardameta William Cuesta.
La superioridad de Atlético Nacional se mantuvo, mientras que Deportes Tolima no encontró la forma de quebrar el orden defensivo del rival.
El conjunto antioqueño le cedió el control del balón al ibaguereño y se replegó en su propio campo para cerrar los espacios, aunque al momento de presionar lograba recuperar la pelota e iniciaba rápidos contraataques.
Precisamente, sobre el minuto 31, Atlético Nacional consiguió el 2-0, después de recuperar el esférico en la mitad de la cancha.
Marino Hinestroza controló y transportó por algunos minutos para habilitar a Andrés Felipe Román, quien entró al área y remató con su guayo derecho para lograr el 2-0 parcial.
En el segundo tiempo, Deportes Tolima saltó al gramado del estadio Atanasio Girardot con la intención de mejorar su rendimiento y buscar el descuento.
Los dirigidos por David González tomaron el control del balón y empezaron a arrinconar a Nacional en su propio campo con el objetivo de generar peligro.
Sobre el minuto 60, Deportes Tolima tuvo la oportunidad de descontar, después de que el árbitro central Carlos Ortega sancionara como mano y penal una acción del defensor Felipe Aguirre.
Yeison Guzmán se encargó de ejecutar la infracción, pero esta fue atajada por David Ospina.
En el complemento del partido, Atlético Nacional manejó el ritmo de competencia y le dio manejo al balón para confirmar la victoria y el título 18 en la primera división del fútbol colombiano.
Actualidad
Pese a los desmanes en el Pascual Guerrero, Nacional es campeón de la Copa Betplay
Faltando seis minutos de tiempo reglamentario, aficionados del América en la tribuna sur iniciaron desmanes que obligó a la suspensión del juego y la posterior designación de Nacional como campeón de la Copa Betplay,
Las finales no se juegan, se ganan. Esa máxima del fútbol cobró vida en Cali, donde Atlético Nacional, pese a no brillar con su juego, demostró por qué es el club más ganador del certamen y se llevó su séptima corona de la Copa Betplay.
El empate sin goles ante América de Cali certificó el 3-1 global obtenido gracias a la ventaja construida en Medellín. Y aunque el partido de vuelta no fue un despliegue de virtuosismo, sí fue un ejemplo de trabajo en equipo, garra y resistencia, virtudes que Nacional llevó al máximo para superar a un rival que dominó las acciones en el Pascual Guerrero.
América hizo lo que tenía que hacer: dominó el balón, buscó con insistencia el gol que los mantuviera con vida y se volcó al ataque, empujado por su fervorosa afición. Pero allí estaba Nacional, defendiendo como un gato patas arriba, aguantando cada embestida con corazón y orden. En ese escenario de presión constante, emergió la figura de David Ospina, cuya serenidad y liderazgo justificaron su regreso al arco verdolaga.
“Por esto lo trajeron”, decían los comentaristas. Y es que el capitán fue clave no sólo con sus intervenciones, sino también en la manera de guiar a sus compañeros en los momentos más tensos del partido. Una sola ocasión clara tuvo Nacional en todo el juego, un disparo de Edwin Cardona que no comprometió demasiado a Jorge Soto. Pero en noches como esta, no se trata de cuántos tiros haces, sino de cuántos evitas.
Nacional mostró que las finales también se ganan con sacrificio colectivo. Cada jugador respaldó al otro, cada espacio fue cubierto con solidaridad. América, a pesar de su insistencia y el aliento ensordecedor de su hinchada, chocó una y otra vez contra una muralla bien plantada. La frustración comenzó a apoderarse de los locales, que al ver cómo se les escapaba la gloria, cedieron al desespero.
El descontento de los hinchas en las gradas derivó en desmanes que obligaron al árbitro José Ortiz a detener el partido antes del pitazo final. Una escena lamentable que empañó el desenlace de una final disputada con intensidad. Algunos jugadores de América no pudieron contener las lágrimas, conscientes de que el sueño había terminado y que las actitudes de una minoría habían manchado la noche.
Por razones de seguridad, el verdolaga no pudo recibir el trofeo en la cancha del Pascual Guerrero. Sin embargo, la gloria ya estaba asegurada. Nacional se coronó campeón de la Copa Betplay por séptima vez, consolidándose como el equipo más exitoso en la historia del torneo. Este es además el primer título en la era del técnico William Juárez, quien ha sabido imprimir un carácter competitivo y solidario a su plantilla.
El desafío que viene: La final de Liga Betplay
Sin mucho tiempo para festejos, Nacional ya tiene la mente puesta en su próximo desafío: la final de la Liga Betplay ante el Deportes Tolima. Este miércoles, los verdolagas visitarán Ibagué para la ida, y el fin de semana cerrarán la serie en el Atanasio Girardot, con el apoyo de su apasionada hinchada.
Sebastián Arango Botero, presidente del club, fue claro en su mensaje: “Volveremos y vamos todos juntos”. La tarea ahora es conquistar el doblete y seguir alimentando el sueño de grandeza que, con noches como la de este domingo, demuestra estar más vivo que nunca.
El título quedó en manos del verde, pero queda un sabor agridulce por el contexto en el que se cerró la final. El fútbol debe ser celebración, no escenario de violencia o frustración descontrolada. Nacional ganó con justicia, con entrega y con inteligencia, y ahora mira hacia adelante, buscando cerrar el año con otra estrella en su escudo.
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