No fue fácil, pero el haber estado visitando el Museo Botero en Bogotá significó una experiencia única del cual nos hicimos participes para rendirle homenaje a un artista de gran renombre nacional y mundial como lo fue el maestro Fernando Botero.
Estar por los pasillos de este recinto, la cual queda ubicado en los alrededores de la antigua Casa de la Moneda en Bogotá, fue un encuentro mágico en el que pudimos compartir con los isleños y la audiencia que sigue los medios digitales la grandeza que a través de sus murales, cuadros y estatuas transmitía el maestro colombiano.
Tal y como lo describió la revista Semana, Fernando Botero es reconocido por ser el pintor y escultor colombiano más importante en el mundo. Su estilo único y fácil de identificar ha sido merecedor de diferentes premios tanto nacionales como internacionales.
Sin embargo, el hoy conocido como un artista de vanguardia, en sus inicios fue rechazado por muchos, pues cuando Botero comenzó a surgir el arte, se estaba moviendo por caminos conceptuales que chocaban con la idea del pintor. Aunque este es conocido por sus famosas ‘gordas’, siempre ha explicado que él no tiene interés por representar ‘la gordura’, sino en cambio, se mueve por demostrar el valor del volumen.
Cada uno de los rincones del museo esta rodeado de jóvenes, niños y adultos que hoy, mas que nunca, han despertado en ellos la admiración que se merece la obra del connotado artista que en cada escultura, lienzo y oleo muestra un estilo único que ningún otro artista podría lograr.
Por lo pronto, Fernando, Lina y Juan Carlos, hijos del fallecido maestro colombiano Fernando Botero, conservarán la colección privada de obras de su padre y organizarán «numerosas exposiciones del más alto nivel».
Así lo informaron este viernes en un comunicado, en el que aseguraron que están unidos en «defender y promover el arte y el legado» de su padre, fallecido la semana pasada en Mónaco a los 91 años.
«Conservaremos su colección privada de obras con el fin de organizar numerosas exposiciones del más alto nivel, para que el público pueda disfrutar su arte en todo el mundo. Nos proponemos ponerle fin a las falsificaciones del arte de nuestro padre e impedir el mal uso de su buen nombre», afirmaron en el documento.
Igualmente, manifestaron que crearán un comité de especialistas para certificar la autenticidad de los dibujos, pinturas y esculturas del artista y escultor.
«Continuaremos sus planes de filantropía. Para nuestro padre esos programas tenían una gran importancia, y nos proponemos ahondar y aumentar el alcance de sus proyectos. Estas decisiones las hemos tomado de acuerdo a los deseos de nuestro padre, y vamos a celebrar y a honrar su voluntad con todo nuestro amor», añadieron.
Justamente el féretro de Botero llegó anoche a Bogotá y a partir de ese viernes se le rendirán durante tres días homenajes en la capital colombiana que continuarán el lunes y hasta el próximo jueves en su natal Medellín.
Sus hijos Fernando, Lina y Juan Carlos Botero Zea lo acompañaron en el vuelo de París a Bogotá, en cuyo aeropuerto los esperaba el ministro colombiano de Culturas, Juan David Correa, quien señaló que el Capitolio Nacional se abrirá al público durante tres días «para que todos los colombianos puedan verlo en cámara ardiente».
Fernando Botero Angulo nació en Medellín el 19 de abril de 1932 y es reconocido como el artista colombiano más universal por su estilo figurativo, desarrollado a través de las suaves formas de sus figuras voluminosas que nunca le gustó que fueran llamadas «gordas».